La cerveza es una bebida muy consumida en los países occidentales además de ser la bebida más consumida en el mundo.
Son muchos los adultos sanos que, para apagar la sed la prefieren antes que otras bebidas, y es fácil verlo después de un día duro de trabajo, como parte de las relaciones sociales, o después de practicar ejercicio en un contexto recreativo, ya que se considera parte del aspecto social de muchas actividades deportivas.
Además, se ha informado de que la cerveza es la bebida alcohólica más popular entre los atletas y los aficionados deportivos, con más del 90%, nombrándolo como su bebida alcohólica preferida.
¿Es perjudicial para el ejercicio el consumo moderado de alcohol?
Aunque la ingesta de cerveza en la fase de recuperación del ejercicio ha sido cuestionada por su graduación. De manera similar, existe controversia en cuanto a la influencia del consumo de cerveza en la distribución de la grasa y la composición corporal.
Algunos autores han informado que el consumo moderado de cerveza no está asociado con cambios en la masa corporal o en parámetros de composición en el cuerpo, mientras que otros han reportado que el consumo de alcohol está asociado con aumento de la adiposidad en adultos.
Se ha reportado que el alcohol puede suprimir la respuesta anabólica a los síntomas físicos a través de la reducción de la síntesis de proteínas musculares.
Estudio científico para comprobar si es perjudicial
Molina-Hidalgo et al. Tuvieron como objetivo principal determinar los efectos de un estudio de 10 semanas de duración, (2 días/semana) con jóvenes (24± 6 años de edad) adultos sanos (n = 72, 35 mujeres).
La distribución de los grupos en el estudio
Aquellos que iban a entrenar elegían si preferían recibir alcohol o no. Los que eligieron alcohol fueron asignados al azar para recibir cerveza (5,4%; grupo T-Beer) o la cantidad equivalente de alcohol (vodka; grupo T-Etanol) en agua con gas.
Aquellos que eligieron no alcohol fueron asignados aleatoriamente para recibir bebidas sin alcohol cerveza (0.0%; grupo T-0.0Beer) o agua con gas (grupo T-Water).
Cantidades de alcohol ingeridas
De lunes a viernes, los hombres ingirieron 330 mL de la bebida con el almuerzo y 330 mL con la cena; las mujeres ingirieron 330 mL con la cena.
El programa de entrenamiento HIIT
El programa de entrenamiento HIIT consistió en realizar una sesión de 40-65 minutos a una intensidad de >8 Calificación del Esfuerzo Percibido (escala 0-10 RPE).
Los participantes realizaron ocho ejercicios de levantamiento de pesas y con su propio peso corporal, en forma de circuito dos series (burpees, push up, batle rop, sentadillas al aire, peso muerto). Descanso pasivo entre el ejercicio y un descanso activo entre series (una intensidad de 6 RPE)
Resultados y concluisiones del estudio
Los resultados mostraron que estos efectos están influenciados por el consumo moderado de cerveza (al menos 5 días/semana), o su equivalente en alcohol.
Y que, no hay cambios en la masa corporal, circunferencia de la cintura, relación cintura/cadera, tejido adiposo visceral o densidad mineral ósea en cualquiera de los grupos. Por el contrario, en todos los grupos de entrenamiento, hubo una disminución significativa de la masa grasa junto con un aumento de la masa magra. (todos p < 0,05).
Estos efectos positivos no fueron influenciados por la ingesta regular de cerveza o alcohol.
En conclusión, una ingesta moderada de cerveza no reduce el efecto positivo de un HIIT de 10 semanas sobre la composición corporal en adultos jóvenes y sanos.
Bibliografía:
Molina-Hidalgo, C., De-Lao, A., Jurado-Fasoli, L., Amaro-Gahete, F. J., & Castillo, M. J. (2019). Beer or ethanol effects on the body composition response to high-intensity interval training. The BEER-HIIT study. Nutrients, 11(4), 1–12. https://doi.org/10.3390/nu11040909